Cuidado con las plantas –Libre-

Observo el cielo de forma tranquila, era un hermoso día, el aire fresco invadía su sensible olfato pero había algo malo ahí, por accidente al querer agarrar unos hongos de apariencia curiosa había subido con gran agilidad a un enorme árbol del cual no podía bajar por cierto pánico que no sabía que tenía a las alturas, había pasado toda una noche ahí arriba entre las ramas de aquellos enormes arboles que se entrelazaban.

Dio algunos alegres pasos entre las ramas, bajando la mirada para sentir un ligero vértigo recorrer todo su cuerpo, perdiendo el equilibrio y así caer de lleno al suelo, dejando escapar un muy gracioso grito de susto, trayendo con el unas cuantas hojas que adornaron su cuerpo adolorido en el muido suelo de hojas que había amortiguado la caída, pero hubiera muerto de no ser por las hojas y su resistente cuerpo.

-Aaaww…duele..- observo el cielo un momento antes de reír de forma animada y alegre, había sido divertida aquella experiencia que repetiría, solo que en lugares menos altos y con menos ramas -La suerte me acompaña de nuevo- froto su mano derecha sobre su mejilla cortada, pero aquella sonrisa alegre no desaparecia de su rostro.

Era uno de esos pocos dias en los que podia escapar del bullicio de la cuidad y relajarse aunque fuera un momento, su mejor y primera opcion, el bosque, debido a su fascinacion por las estrellas era el lugar perfecto, pues ahi podia verlas claramente. Camino entre los arboles tratando de no tropezar con las ramas, sin poder evitar uno que otro resbalon finamlmente se detuvo y levanto su mirada al cielo, oscurecia poco a poco, pero no lo suficiente aun para ver las estrellas, quizas lo mejor era simplemente seguir caminando y asi lo hizo.
Siguio su camino tranquilamente, pero alerta a cualquier sonido, pues sabia que el bosque era una zona considerablemente peligrosa. A lo lejos escucho una risa que le hizo detenerse, quien se estaria riendo y mas aun, quien, ademas de el, estaria vagando en medio del bosque y porke ? Juntando cada pizca de valor que tenia se acerco a donde provenia dicha risa, sin poder evitar temblar levemente por los nervios.

-"Excuse moi! excuse moi!"- Grito apenas el otro callo al piso y se apresuro a ofrecerle su mano para levantarse.

Tambien se habia asustado pero le preocupaba mas el hecho de que quizas el otro se pudo haber lastimado, asi que apenas el desconocido se hubo levantado se disculpo nuevamente y miro al cielo para saber que tanto tiempo habia pasado.

-"e-esta anocheciendo, monsieur, qui-quizas deberia volver antes que p-pase algo malo, monsieur"-
Recordaba claramente su experiencia de anios atras cuando ocurrio aquel accidente que le convirtio en un inmortal y si podia evitar que algo similar le pasara a otros, lo haria.

Se quedo observándolo al joven un momento de forma curiosa y cariñosa, aquel joven era muy amable y atento, se avergonzaba de haber asustado al joven de cabello café con su grito, el era quien debía disculparse más que aquel amable joven.

- Entschuldigen Sie mich, wirklich leid –se cubre la boca un momento mientras reia de forma animada –lo siento de nuevo, me disculpo por haberlo espantado, soy algo distraido y solo causo accidentes como este –le agradece con una sonrisa su ayuda al ayudarlo a ponerse de pie, aun le dolia la espalda por el golpe que se habia dado.

-¿Qué pase algo malo?, ah, lo dices por los hombres lobo y los vampiros – observo el alrededor, nada le parecía familiar, tal vez había tomado el camino equivocado –supongo que será la segunda noche en intemperie que pase, prefiero hacer una fogata que treparme a un árbol de nuevo –ríe con suma alegría –Estaré bien, ellos y yo compartimos algo en común, pero no les agrada verme de todos modos, ¿Estás perdido o soy el único perdido aquí?-

Sin duda alguna aquel extranio era agradable, pero le preocupaba el hecho de causar un accidente o problemas, muchos mas con cualquier licantropo que habitase en el bosque.

-"Yo? S-solo vine a ver las estrellas, monsieur, e-es en el bosque donde se ven mejor"- Sonrio levemente.

Sabia que la oferta que estaba por hacer no haria las cosas mas seguras para ninguno de los dos, pero al menos le haria sentirse mas seguro.

-"o-os gustaria acompaniarme, monsieur?"-

Inclusive por las noches no era capaz de descanzar sin antes vigilar todo el bosque, cuidando que no hubiese ningún tipo de intruso. La oscuridad de esta me permitía rondar sin ser visto inclusive en mi forma bestial, me era mucho mas cómodo y rápido hacerlo de esta forma.

Avancé sigiloso hasta oir unos susurros en la lejanía. Un vampiro...y al parecer un humano habían osado asentarse en los bosques. Me acerqué por sus espaldas, tratando de intimidarles solo con un gruñido, mostrando mis dientes.

A diferencia de su companiero, aquellos ojos brillantes y el grunido no le habian parecido para nada interesantes, mucho menos lindos, sino al contrario, le habia puesto mas nervioso, mucho mas nervioso.

-"Oui, p-pero, monsieur, ha-hay algo entre los a-arbusto..."- dijo deteniendo al otro que habia tomado de su brazo y caminaba justo en direccion a lo que le habia asustado.

Penso luego, todos los vampiros tienen alguna habilidad que los hace mas "poderosos" por decirlo asi, en su caso era telequinesis, pero era algo que ni el mismo sabia usar, no pensaba poder defenderse y menos a su acompaniante si el verdadero duenio de ese bosque, aquel lobo, decidia confrontarlos.

Al momento de salir de entre los arbustos mi forma cambió, volviendome algo que podría llamarse humano. Observé a ambos sujetos con mis penetrantes ojos rojos, mientras con mi olfato detectaba cual de los dos era el vampiro. Para mi sorpresa era quien parecía mas asustado, aquel otro se veía sereno, hasta casi fascinado por haber llegado.

-Fuera...-dije secó con la voz fuerte, sin quitarle la vista de ensima a ninguno de los dos. Estaba mas enojado que antes. La cara del humano, tan tranquilo, me molestaba.

Siguió avanzando con alegría hacia donde había iniciado nuevamente su viaje, doloroso viaje pero divertido –Ahahaha, si, lo note, eran unos hermosos ojos, y ese gruñido fue sorprendente, por eso hay que llegar lo más pronto posible a un lugar un poco más seguro- paro su avance al ver que el joven se detenía –No pasara nada – no era que conociera al lobo que estaba haciendo esos sonidos tan bonitos, solo lo llamaría instinto.

Mostro mucho asombro al ver la forma humana del lobo que les había gruñido, era un joven en verdad hermoso, aquellos ojos brillaban como dos enormes rubís con la luz de la luna -…¿luna?- llevo una mano a sus cabellos, no se había dado cuenta cuando habían cambiado de color cada hebra de su cabello a ese color ónix, le daba gracia todo aquello.

-uhm, Lo siento señor hombre lobo, no queríamos interrumpir la tranquilidad de su bosque, yo solo vine a recolectar algunas plantas para la medicina natural que hago, pero me perdí, y mi amigo de cabello café esta para ver las estrellas,… ¿Podríamos quedarnos esta noche? No aremos nada que dañe a este bosque, podrias acompañarnos –su voz sonaba tranquila, como si estuviese hablando con un humano o un conocido mientras su rostro era adornado con una sonrisa cariñosa.

Las reacciones tan despreocupadas de su companiero solo le preocupaban mas, no queria problemas con un lobo, no sabria como reaccionar y no habia manera de que el General llegase a ayudarle. Trago saliva y trato de guardar la compostura.

-"Oui, n-no haremos nada, l-lo prometo, monsieur lobo...."- Le miro a los ojos, cosa que solo aumento sus nervios. -"C-claro que p-podemos retirarnos s-si es lo que gusta"- No apartaba la mirada del licantropo, le veia con ojos suplicantes esperando que reaccionase de buena manera.

A pesar de la poca seguridad que tenia en sus supuestos instintos, algo dentro de el le hizo temblar levemente, no era le frio, pues no le afectaba, ni el miedo, era como su manera de ponerse en guardia, preparandoce para lo inesperado.

¿Qué era eso? Realmente no tenía miedo. Me cabreaba. Pero al parecer no llegaba con mala intención, era un humano...después de todo en algún lugar de mi ser siempre había querído interactuar (fuera de peleas) con aquellos seres tan efimeros. Más ¿era de fiar?

-Tú, humano. Tu existencia y presencia no es la que me molesta, eres inofensivo para este bosque.- respondí con voz ronca y dura- Es la de tu compañero. -Enseguida mi mirada se fijó fuertemente sobre el pelicafé, agregando a aquella mirada penetrante algo de odio.- No pertenece aquí. Su aroma...lo repudio. Su sola existencia me molesta.-

Volteo a ver a su nuevo amigo del cual no conocía su nombre, parecía muy nervioso, demasiado, sus gestos eran demasiado lindos, sus gestos del de cabellos cafés eran inocentes, aquel hombre lobo de seguro podía notarlo, pero desde mucho atrás había percibido sus aromas tan diferente como los de sus padres, nunca pensó terminar entre un vampiro y un hombre lobo juntos de nuevo.

-¿Retirarnos?- aquello le sorprendió bastante, ya que el joven quería ver las estrellas más que otra cosa –No puedes decir eso joven- lo miro con un semblante preocupado y triste, no quería que se diera por vencido, pero entonces volteo a ver al hermoso lobo.

-ah,..¿Humano?, no, perdona, no soy un humano, soy así como… pues… -se rasca la mejilla un poco –hibrido, mi aroma entonces te debería molestar también un poco al recorrer sangre de vampiro y hombre lobo por mis venas, pero…- sonrió de forma animada de nuevo –No deberías decir eso sin conocerlo, es un joven muy amable-

Ciertamente el lobo no le conocia, no se atreveria hacer algo que pareciera irrespetuoso o imprudente, menos a alguien como el. Se alegro al ver que aquel extranio a quien acaba de conocer salia en su defensa, eso era algo que debia aprender a hacer, defenderse solo, habia tenido suerte hasta ahora, topandoce con gente amable como Lesther pero de haberse encontrado solo con el lobo seguro eso hubiera acabado mal, dio gracias a la prescencia del auto proclamado hibrido cosa que logro evitar que las cosas se tornasen mas peligrosas.

-"E-excuse moi, e-excuse moi, n-no queria m-molestarle, disculpe,monsieur"-

Se disculpaba, peromuy dentro de el, esa extrania molestia se hacia mas notoria, estaba consciente que los vampiros y licantropos no convivian con mucha armonia, asi que se pregunto si aquello que le incomodaba era el hecho de ser vampiro, mas que la prescencia del lobo ? Desconfiaba de su autocontrol, pero si habia logrado convivir entre humanos todo ese tiempo sin hacer algo imprudente, podia controlarse lo suficiente para sobrevivir esa noche.

Alcé una ceja mirando nuevamente al supuesto humano, ¿"hibrido"? me costaba creer que algo así pudiese existir con la existencia de aquella notoria rivalidad entre ambas especies, sumado a que no soportábamos el aroma de los chupasangre y ellos nuestra presencia les hacía enloquecer. Aun así eso explicaba el porque de mi aborreción hacia ambos seres, mayoritariamente hacia el de sangrepura.

-He tenido recuerdos de vampiros no muy gratos. Tengo mis razones para hablar. -respondí cegado a mi visión de aquellos seres. Volví a mirar al pelicafé un tanto sorprendido por sus constantes disculpas.

Le parecio tan extranio que decidiera presentarse en ese momento, un comentario totalmente de la nada, pero lo dicho anteriormente tenia mucho sentido, el bosque era un lugar hermoso, no valia la pena una pelea. Por otro lado tenia en mente que el era el intruso en el territorio del lobo, pero Drachen hacia lo posible por tranquilizarles a ambos, ser el punto medio entre ambas razas debia ser dificil. Tomo la mano del hibrido, trago saliva y trato de hablar de la manera mas calmada posible.

-"G-Gautlier, monsieur, m-me llamo Gautlier"-

Dirigio luego su mirada hacia el lobo, sintiendoce intimidado de inmediato por la forma en que le veia, la tranquilidad que habia sentido hace segundos se desvanecio en el acto y de nuevo se sintio preocupado, pensaba en controlarse a si mismo, a esa parte de el que tnto temia y desconocia y que sabia, atacaria al lobo sin dudarlo. El no era asi, detestaba la violencia, la simple idea de lastimar a alguien le aterraba. Apreto los punios para seguir en su esfuerzo por controlar esa parte de si que le gritaba que aquel que tenia enfrente era un lobo y por tanto debia hacer algo al respecto, algo que lamentaria. Desgraciadamente, a pesar de no poder verlo, lo sentia, sus ojos grises cambiaron de color poco a poco, volviendoce casi blancos, cosa inusual en uno de su especie. No buscaba alertar al lobo, pero no sabia como evitar eso tampoco.