Paseo Matinal [Libre]

El día comenzaba y el sol ya se asomaba con ganas por el cielo azul, radiante, hermoso que hoy se presentaba. Al parecer estaría despejado y agradable, ideal como para pensar en un paseo antes de volcarse de lleno al trabajo y los libros. Es por ello que decidí salir al jardín aprovechando que muy pocas almas lo rondaban. El aire limpio, el aroma de las flores y del pasto, la tenue iluminación dorada que el sol otorgaba asentuaba cada rincón del área como si fuera lo más parecido al Edén. Dios seguramente había bendecido con gracia a aquellas flores.

Caminé tranquilo notando mi buen humor, asunto recurrentemente inusual para una persona que siendo general de la división de Cross-Fire dificilmente sonrie o comparte momentos gratos como estos.

Caminé hasta llegar a una de las bancas, cercanas al pequeño laberinto que ahí levantaron. Me quedé en silencio arrepintiendome de no haber traído al menos un libro para disfrutar el momento. Estaba pensando en ir por uno cuando de pronto me percaté de que no solo yo estaba en ese sector, facilmente crucé la mirada con alguien más...

Se habia levantado temprano pues queria conocer un poco mas el lugar en el que estaria de ahor en adelante y segun habia escuchado, los jardines eran tan bellos como la descripcion misma del paraiso. Que mejor momento para apreciar tal belleza que por la maniana, cuando la gran mayoria se estaba preparando para iniciar el dia en su habitacion y no habia nadie aun por los pasillos. Entro al jardin y se quedo maravillado, las sorpresas no parecian tener limites en cuanto a la hermosura de aquel lugar, no solo presente en edificios, sino en el exterior de estos, enriqueciendo la belleza natural de las flores y plantas en aquel rincon tan parecido al paraiso. Camino a paso lento admirando todo a su alrededor, se relajaria un momento y posteriormente iria a la biblioteca por material que estudiar para comenzar con el trabajo que el general le habia requerido. Inmerso en sus pensmientos logro ver con el rabillo del ojos a alguien familiar. Volteando y encontrandoce con el general mismo, al parecer tambien disfrutando de aquella hermosa maniana. Se acerco a saludarle.

-"Muy buenos dias, senior Giovanni"- Dijo caminando hacia donde estaba su superior. -"Una maniana tan hermosa en un lugar igual es sin duda una bendicion, no lo cree?"-

Era Gabriel, al menos no veía a nadie desagradable a tan temprana hora. sonreí suavemente cuando él habló y asentí suavemente con la cabeza. " Por supuesto que lo es Padre Gabriel." Clavé mis ojos en los suyos, me llamaba profundamente la atención las finas facciones de su rostro, mas no decía nada sobre ello. Solo mis ojos quizás, podían dar luz de mis pensamientos.

"A mi juicio no hay una mejor hora para pasear por este sitio que no sea el amanecer." Me acomodé en la banca en caso de que el sacerdote decidiera tomar asiento junto a mí.

"¿Como te has sentido estas semanas aquí? ¿Has logrado adaptarte?" Pregunté con leve sorna, no podía evitarlo, era mi modo de hablar después de todo. La dulzura jamás me duraría lo suficiente como para que alguien me considerase agradable. "¿No has tenido ningún problema, verdad?"

Se acerco a donde estaba el italiano, sentandoce en el lugar que habia dejado desocupado y acomodandoce de tal modo que quedasen de frente. Noto que los ojos del general no se despegaban de el, asi que le miro a los ojos, correspondiendole. En cierto modo, le intrigaba el color de ojos del general, carmesi, nada que el hubiese visto antes. Quedaban perfectos en alguien como el.

-"No podria estar mas de acuerdo con usted, el amanecer es uno de los momentos mas bellos del dia"- Volteo de nuevo a ver a su alrededor, a deleitarse con aquellos hermosos jardines. -" Ademas, la gente es agradable, no he tenido problema alguno, senior, ademas la informacion que he encontrado en la biblioteca es mucho mejor que con la que contabamos, aunque era de esperarse."- Comento en un tono un tanto alegre y con unaligera sonrisa en su rostro.

"Te ves animado" Comenté y no pude evitar pensar que mi voz había sonado quizás demasiado amarga aunque esa no había sido mi intención. "La verdad me alegra mucho que ya te hayas adaptado, no más que eso, me alegra muchisimo que estes ocupando la institución. Que tu interés destaque por sobre otros por que... En efecto eres una persona que destaca, Gabriel." Mis labios hicieron una mueca suave, una sonrisa que no era realmente la más inocente, pero era la que mejor me iba.

"Ha acaparado tu atención algo en particular? Alguna criatura? Alguna raza? Hablame de ello." Le pedí, o más bien exigí ya que, sino tenía un buen libro para disfrutar, lo mínimo sería tener una interesante charla con aquel muchacho de ojos verdes.

"¿Has... disfrutado conocer algo más que los libros?"

Que destaca, no muy frecuentemente pensaba en si mismo como alguien que sobresaliera de entre los demas, era cierto que habia pocos que sabian cuanto el sabia de aquellas creaturas no humanas, pero estaba acostumbrado a prestarle mas atencion a aquellos que las combatian que a si mismo. Era agradable recibir un cumplido, si es que eso habia sido, de parte del general.
Tras escuchar las preguntas formuladas, recordo su encuentro con aquel licantropo de ojos azules en las catacumbas y cuanto le habia asustado, no pensaba decirle eso al italiano, podria quedar mal. Pero eso habia despertado aun mas su curiosidad por saber mas sobre licantropos, despues de todo no habia tenido aun el placer de conocer a los dos muchachos vampiros.
-"Muchas cosas llaman mi atencion, sin duda, pero creo que apegandome solo a los libros no respondere mas alla que la teoria, a decir verdad, senior Giovanni, no hace mucho me tope con un licantropo en las catacumbas, mientras exploraba el lugar, parecia perdido y me disculpo por no haberme acercado a hacer algo, pero fue encuentro de una sola vez, desde entonces digamos que he tratado de conseguir mas informacion sobre el tema. Sin dejar de lado el tema inicial respecto a los nosferatu, senior."- No iba a entrar en detalles, tampoco decirle cuanto le aterraban aquellas creaturas por traumas sin importancia del pasado. Era informacion que preferia no compartir con nadie.

"Asi que un licántropo eh?" Sonreí levemente sorprendido por la osadía de aquel idiota que se haya atrevido a poner un pie en las intalaciones de cross-fire por mucho que fueran tan solo las catacumbas.

Por un momento me pregunté si myuka se encontraba bien, pero el pensamiento se esfumó de mi mente tal como vapor de agua. "Tendremos que aumentar un poco la seguridad allá abajo." Susurré más para mí que para el sacerdote que me acompañaba. Al rato alcé la mirada e hice una mueca, una sonrisa torcida en malicia.

"Me gustaría que presentes un pequeño reporte sobre el asunto. Creo que puedes describir a la criatura, verdad? Con eso podremos identificar de quién se trata." Escuché el resto de cosas que tenía por decir y sonreí. "Tranquilo, puedes buscar e investigar sobre lo que más quieras. No es que vayamos a trabajar unicamente con vampiros, sino que solo es lo que por el momento hemos conseguido." Le aclaré pues estaba dentro de mis intenciones experimentar todo lo posible con el fin de otorgarnos una ventaja significativa contra nuestros enemigos.

-"El reporte sera entregado cuanto antes, asegurandome de anotar todas las caracteristicas que peudan ayudar a identificarlo, senior"- Comento de inmediato. Tenia una nueva tarea por realizar, trato de recordar de inmediato la apariencia de dicho licantropo, lo que habia logrado captar entre los nervios que habia sentido por haceberse hayado delante de la unica creatura que le causaba temor y la oscuridad de la catacumbas.
-"Le agradesco la libertad que me da de poder trabajar no solo enfocandome en una raza sino en ambas"- Se detuvo a pensar por un momento, de hecho la unica tarea real que tenia era la simple redaccion de dicho reporte, al terminar el dia seria suyo, seguramente el general se encontraba un tanto mas ocupado. -"Si hay algo en que le pueda ayudar estare gustoso de hacerlo, despues de todo identificar las caracteristicas de un licantropo es algo considerablemente sencillo en mi opinion, asi que estara terminado en poco tiempo"- Si podia trabajar mas de cerca con el general, saber como le gustaba hacer las cosas, eso le ayudaria a llevar acabo lo suyo con mayor eficiencia y seguir conservando la libertad y tranquilidad que habia tenido hasta ahora.

"Estaré esperando entonces" Me alegraba oír que el chico no era perezoso en su trabajo y que el reporte estaría en mis manos ese mismo día. Por supuesto iniciaría una búsqueda completa hasta dar con nuestro perro infiltrado.

Escuché atentamente sus palabras y luego de asentir con la cabeza respondí.
"Te agradezco tu disposición y tu evidente espíritu de servicio, pero a decir verdad no hay mucho.... " Me detuve un momento, mirando hacia los rosales que habían capturado mi atención. Fue una pausa breve, o al menos así la sentí yo, luego retomé la oración, corrigiendola. "A decir verdad me gustaría que conocieras esta noche a Gautlier, uno de los vampiros." Le miré a los ojos esperando ver su respuesta. Por supuesto Gautlier no era un gran misterio, rondaba a veces solo y muchos de los sacerdotes ya lo conocían.

"Es un cachorro inofensivo" Agregué con una sonrisa maliciosa, inevitable, ya que la personalidad sumisa de aquel chico con colmillos me hacía sentir... "motivado".

Escucho la recomendacion del general, sin duda le gustaria conocer a cualquiera de los dos jovenes vampiros, despues de todo, parecian ser inofensivos, en palabras del italiano. Presentarse primero, saber un poco mas de ellos, como pensaban, todo lo que se pudiera y que ayudase en futuras investigaciones. Pero tratandoce de ese momento del dia, no le seria posible hasta que el Sol se ocultase casi por completo y ellos despertasen de su suenio diurno, que era, segun habia leido, bastante necesario para estas creaturas. Hecho un tanto lamentable, pues le hubiera gustado que fuese lo mas pronto posible el encuentro.
-"Seria un placer, senior, confio que eso se puede arreglar, aunque si no es mucha molestia especificar un lugar para dicho encuentro."- Comento, podia leer algunas de las intenciones del otro, pero no le molestaban en absoluto, al contrario, las encontraba interesantes, si tan solo pudiese saber lo que el italiano tenia en mente.

Me pareció que la idea del sacerdote era una bastante buena y objetiva. "especificar un lugar de encuentro." Repetí mientras pensaba con una suave y maliciosa sonrisa en los labios. A decir verdad, lo primero que pasó por mi mente fué la sala de castigo, pero pobre Gautlier, aún no había hecho nada como para merecer aquello. Si no conseguía que me diera los motivos de aquí a media noche entonces tendría que pensar en un mejor lugar.

"En el palacio apostólico. A media noche." Declaré volviendo mi mirada hacia él. Mi sonrisa era mucho más "benigna". "Pediré que nos presten un salón. No me gustaría que nadie nos interrumpa, cosa que de seguro pasará si nos quedamos en la división de Cross-Fire." Le expliqué tranquilamente. Asi de paso Gautlier no se espantaba.

Eso sería por ahora, el encuentro con Myuka lo postergaría un poco, pues aún tenía que areglar un par de cosas con aquel muchacho.

"¿Te parece bien?" Hice la pregunta por cortesía pues no había otra solución más que aceptara mi propuesta.

El palacio apostolico, aun no cnonocia del todo ese lugar, no solo seria su oportunidad de conocer a uno de los chicos vampiros, sino tambien de conocer mejor aquel sitio. Asintio con la cabeza, ladeandola levemente despues.

-"Claro, me parece perfecto, me encargare de asuntos pendientes cuanto antes y preparare para media noche"- Aseguro el espaniol entusiasmado. -"si me disculpa, me retirare a terminar todo lo que haga falta, lo vere a la media noche, senior Giovanni "- Vio al italiano a los ojos por ultima vez antes de levantarse y comenzar a caminar a la salida mas cercana que habia. Una maniana provechosa, asi como lo seria la noche. Admiro los hermosas jardines que les rodeaban de nuevo y volviendo a ver al general, tenia un aire de superioridad que llamaba su atencion y su caracter lo hacia interesante ante los ojos del castanio. Sonrio. Dio la media vuelta y se retiro, le veria de nuevo esa noche, a el y al chico vampiro, podia esperar unas horas sin problema.

"Me parece bien, nos veremos en la noche entonces. Procura no llegar tarde." Le dije tranquilamente, sin moverme de mi lugar, tenía ganas de quedarme disfrutando un poco más del Edén terrenal que habiamos construído.

Le vi alejarse, parecía motivado y eso me gustaba, sin dudas me gustaba. Ahora iba a comenzar el verdadero trabajo con Gabriel y esperaba no tener que discutir con él, aunque a decir verdad, tenía confianza en que a pesar de las apariencias, su criterio no distaba demasiado del mio.

Se volteó un momento y me despedí con un gesto sutil.
Yo también debía organizar todo para entonces, incluyendo a Gautlier.