Invitación [Libre]

-Oh...asique te marchas. -Respondí algo decepcionado- ...A decir verdad esperaba algo más, es un poco decepcionante - Tanta palabrería y al final se iría de todos modos. Era un vampiro, eso debía asumirlo por lo que tenía sus necesidades, aun así me sentía algo decepcionado. Dejé salir un suspiro.

-Haz lo que debas hacer entonces.- Me levanté de la mesa mientras buscaba en mis bolsillos con lo que pagar. Tal vez sería un cliente habitual, pero no por ello me dejaban las cosas gratis, dejé el dinero sobre ella y me dispuse a irme.

- ¿Esperaba algo más? La verdad no me considero alguien demaciado interesante. -suspiró mientras se arreglaba las ropas y acompañaba al chico hacia la salida.

-O es que acaso... ¿Esta ofreciendome algo más, joven Beleriand? -susurró la frase, pero se quedó mirándole fijamente en la puerta- Creo que bien sabe que tan peligrosos somos cuanto tenemos sed. Por mi parte no es solo eso... -se inclinó para susurrarle al oído- También me entran ganas de algunos instintos humanos... ¿Acaso no teme que le considere mi víctima ésta noche?

Era notorio el cambio en el modo de hablar del pelirojo, y todo era simplemente producto de la sed de sangre y claro, la atracción y la curiosidad que de por si le había generado el albino.

Me voltié y le quedé mirando un momento antes de responder, mientras lentamente levantaba mi mano y acariciaba sutilmente alguno de los mechones de pelo que se levantaban. No lo había notado que aquellas marcas bajo sus ojos, que a simple vista parecían nada mas que maquillaje, de cerca se veían como cicatrices. ¿Hechas por él mismo? o ¿Quizás por su maestro? No lo sé.

-No se le consideraría víctima a alguien que accede -Respondí con sutileza- O tal vez me gustaría convertime en victimario -Mi mano recorrió desde su cabello hasta cerca de lo que parecían cicatrices, en su mejilla.

Apartó el rostro con sutileza al notar que la atención del chico estaba puesta en las marcas de su rostro. Aquello le incomodaba.

A-ah... -aquello no se lo había esperado para nada, de hecho lo que había dicho había sido con cierta ironía pues pensaba que obtendría un rechazo inmediato.- ¿Esta seguro? -volvió a mirarle a los ojos. Por supuesto no tenía intenciones de hacer nada en la puerta de aquel lugar.

Si es así... porque no buscamos un mejor lugar? -sonrió con sutilesa, emocionado como tan solo un niño lo estaría.

Noté su incomodidad, y a la par que él quitaba su rostro, yo alejaba mi mano. Lo mas probable era que no podría preguntar sobre ello, o mas bien, él no querría responderme. Asi que opté por obviar el tema.

-Vale- Respondí dando media vuelta y alejándome del lugar, di unos pasos y esperé a que me alcanzara- Es tu turno de elegir.-Dije ya cuando estaba a mi lado.

Le siguió el paso y se detuvo cuando le dio a elegir. Tenía que pensar en un buen lugar. No podía llevarlo a casa aunque quisiera, después de todo les jugaría en contra a ambos.

-Que tal si caminamos hacia el cementerio Joven Beleriand? No debería haber nadie que nos molestara por ahí.-preguntó un poco dudoso, no estaba seguro de que esa fuera la mejor opción pero definitivamente era mejor que las tabernas.

Sin esperar la respuesta del chico comenzó a caminar. ¿Ansioso? Sí, quizás lo estaba más de lo que demostraba.

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