Recien llegado (Giovanni)

No tenia mucho desde su llegada a la cuidad, a la capital donde recidia el cuartel principal de Cross Fire, y que ahora seria, muy seguramente, el lugar donde pasaria la mayoria de su tiempo. Sabia que debia presentarse ante del general, mas que por educcacion, era un deber, y segun rumores que habia oido en Espania al general le gustaba tener todo en orden, incluyendo a aquellos bajo su mando. Asi que primera cosa tras su arrivo fue ir de inmediato a la oficina principal, era un edificio enorme e imponente, elegante, mucho mas de lo que habia visto en Barcelona, reflejo claro del poderio de quienes estuviesen detras de todo eso.
Dejo escapar un suspiro mientras caminaba por los pasillos, no era nervioso ni mucho menos, pero se trataba de su primera vez en un lugar como ese y no podia evitar sentirse un poco intimidado, esperaba causar buena impresion al general y poder mantenerse lo mas lejos posible del frente de batalla para no ser una molestia, aunque sabia que algo como eso seria dificil de lograr, estaba dispuesto a recurrir a la violencia de ser necesario. Se detuvo por un momento y miro por la ventana, el sol se estaba ocultando y pronto anocheceria, con suerte podria retirarse temprano a su habitacion y descansar o simplemente hundirse en alguna lectura como solia hacerlo. Se quedo pensativo un momento, pero fue interrumpido por unos pasos que se acercaban, preguntandoce quien era volteo a ver de donde y quien provenian.

A penas y comenzaba a anochecer y yo aún no acababa con todos los asuntos referentes a la orden. Ultimamente mis oras de sueño se habían reducido un poco pues tenía dos molestas mascotas de las que cuidar por las noches, pero valía la pena teniendo en cuenta el beneficio que esto significaba. A pesar de eso aún no podía ir a alimentarles puesto que mis deberes como sacerdote tenían la prioridad. Según lo que el santo padre me dijo debía esperar a un sacerdote que llegaría durante las próximas horas a nuestro cuartel. Por supuesto era mi santo deber el recibir e ilustrarle el lugar. No solo eso sino también juzgar su potencial. Recibida la orden abandone el palacio apostólico para dirigirme a nuestro cuartel, sin embargo en mi tranquila caminata por los pasillos me tope con una cara que no me era familiar.

¿Acaso sería un buen general si no conociera a todos y cada uno de mis hombres?
Claro que no. Si asi fuera cualquier imbécil podría colarse en nuestras filas como si nada.

Me detuve en seco y miré al sujeto un poco desafiante sin llegar a ser descortés.

"Buenas noches" Saludé con un gesto sutil con mi sombrero. "No le conozco y este no es un lugar donde transiten sacerdotes de otras órdenes. ¿Quién es usted?" Pregunté de inmediato, si la respuesta no me parecía satisfactoria entonces recurriría a mi katana, tal vez.

Vio al sujeto de pies a cabeza, alto, al menos mas que el, imponente, lo primero que se le vino a la mente despues de analizar su apariencia, fue que el era para quien trabajaria ahora o al menos alguien de alto rango.

-"Mi nombre es Gabriel Navarro, acabo de llegar de Espania y me pidieron que me reportase a los cuarteles de Cross Fire apenas llegase a la cuidad, asi que aqui estoy"- Dijo con total tranquilidad y tratando de no decir nada que pudiera molestar al otro. -" y usted es?"-

"Ah, asi que tu eres Gabriel." susurré mientras relajaba los músculos de mi cuerpo desechando la idea de atacar con mi espada, no era necesario ya que bien sabía quién era ese sujeto. "Lamento haber sido algo descortés, mi nombre es Giovanni Crivello, creo que sabes a la perfección quién soy." Sonreí algo altanero por mera costumbre y luego pasé una de mis manos por la espalda del sacerdote, invitandole a caminar junto a mi hacia el salón de nuestra orden. "Justo ahora iba camino a buscarlo, lamento haber tardado." Me disculpé con simples palabras pues consideraba que eran lo suficiente.

"Ha viajado bastante, supongo que debe estar algo cansado, permitame llevarlo a nuestro cuartel para que podamos charlar un rato, Padre Gabriel." Caminé a paso tranquilo mientras analizaba al sujeto, no parecía estar preparado para el frente de batalla, pero no podía reclamar, últimamente habíamos tenido bajas significativas por lo que cualquier sacerdote dispuesto a obedecer órdenes era bienvenido en nuestras filas.

Camino junto al italiano, por supuesto que sabia de quien se trataba, el capitan general de Cross Fire, cualquiera que fuese a trabajar ahi debia saberlo. Le observo de nuevo, sguramente era un hombre que no jugaba en el campo de batalla, estaba preparado para todo, alerta ante algun desconocido y con total conocimiento de quienes eran los suyos. Ese era el hombre bajo cuyo cargo estaria de ahora en adelante.

-"Fue un largo viaje, en verdad le agradesco la atencion."- Aunque era de esperarse que como buen general fuese el mismo quien hablase con los recien llegados, tal como lo hacia con el.

Mientras caminaba, no pudo evitar desviar la mirada algunas veces para seguir admirando el lugar, para un cuartel, era bastante elegante, nada como lo que llamaban cuartel de donde el venia, decian que debia ser un lugar simple, pues se iba a trabajar y nada mas. Aunque la vista hacia del trabajo un tanto mas agradable.

-"El lugar ciertamente es muy bello, senior"- Comento despues de un momento.

Caminaron unos minutos hasta llegar a la puerta, adornada afuera con un par de estatuas de ángeles. Abrió la puerta y le dejó pasar, por supuesto a esas horas no había nadie más dentro pues se había asegurado de que así fuera para aquel encuentro.

"Me alegra que te guste, creo que es lo mínimo que podemos pedir considerando el poder que tenemos, de cualquier modo somos quienes resguardan la ciudad, pero no por ello significa que viviremos en la mierda." Comenté de buen humor mientras pasaba y cerraba la puerta con llave pues no quería interrupciones.

"¿Quieres un café?" Pregunté mientras me servía uno para mi, sacando agua caliente de uno de los termos dispuestos sobre una mesa con un mantel rojo. "Bien, mientras tanto puedes comenzar a hablar, me gustaría saber el motivo de tu traslado, que esperas de este lugar y como crees que será tu desempeño. Ah, también cuentame en lo que eres bueno asi veré en qué serás más útil." Comenté con naturalidad, lamentablemente mi manera de hablar no era la mas amable, pero poco había qué hacer al respecto.

Se sento en uno de los asientos en la sala y miro al general mientras se servia cafe, era cuestion de educacion para el siempre ver a la persona con la que estaba hablando.

-"Aceptare el cafe, senior"- Dijo apoyando sus manos sobre sus rodillas poniendoce comodo en su asiento y disponiendoce a responder todo lo que el italiano queria saber. -"Como usted sabra, en Barcelona tambien contamos con una pequenia division similar a Cross Fire, nada de este calibre, pero sin duda necesaria para mantener el orden. No hace mucho me invitaron a formar parte de ellos, aunque mi fuerte nunca ha sido lo fisico, como podra imaginar, pero anios de estudio sobre inmortales y licantropos me dieron experiencia que consideraron util. Exactamente por eso el traslado, senior."- Detestaba presumir, pero al meno en ese lugar, saber unicamente la teoria no ayudaria mucho, lo habia meditado desde su llegada y decidio ofrecerse tambien para trabajo de campo en caso de ser requerido, no queria ser un obstaculo, pero podia aprender las cosas rapido como para no ser asesinado durante su trabajo. -"Pero entiendo que el trabajo en el campo es igual o inclusive mas importante que simple investigacion, por eso me gustaria ofrecerme tambien para cualquier cosa de ese ambito que requiera."-

Guardo silencio, esperando dos cosas, el cafe y la respuesta del general.

Preparé el café y pronto me senté a su lado pues me interesaba cada cosa de lo que había dicho más allá de lo que de seguro él creía. Le ofrecí la taza y luego tomé la mía meditando unos momentos previos antes de disponerme a responder.

"Comprendo, pero a decir verdad, me alegra este traslado." Le miré a los ojos mientras dibujaba una sonrisa muy sutil en mis labios. Mi mente era mucho más rapida que mis palabras por lo que no podía contener del todo la satisfacción que sentía. "Eventualmente serás incluído en el entrenamiento de batalla como todos los otros pero... tengo interés en que trabajes de más cerca junto a mí. Por supuesto en lo que es tu área, la investigación" Aposté sobre el asunto, aún sin saber si podía o no confiar en él.

"Puedes mantenerte lejos del campo de batalla mientras cumplas bien con este trabajo. ¿Qué te parece?" Sonreí algo más misterioso, mi mirada brillaba en el extasis que sentía pues al fin veía una manera de ocupar a mis conejillos de indias.

El simple hehco de saber que se mantendria fuera del campo de batalla le aliviaba, ademas que tendria la oportunidad de usar los conocimientos por los cuales habia sido trasladado a Cross Fire. Por un momento se olvido del cansancio del viaje y un extranio entusiasmo le lleno, era ese sentimiento de curiosidad que todo aquel en el campo de la investigacion tenia cada que se presentaba algo nuevo delante suyo.

-"Claro que acepto, senior Giovanni, sera un palcer servirle a Cross Fire de esa manera"- Trato de calmar su entusiasmo y curiosidad para no parecer que se tomaba las cosas a juego. -"Solo de la orden y estare encantado de comenzar"-

Bebio un sorbo a su cafe y miro al general a los ojos, tenia algo en mente, pero no podia descifrar de que se trataba. Seguro seria interesante, despues de todo, si inclusive el, quien era la cabeza de Cross Fire parecia hasta cierto punto ansioso, era porke se trataba de algo con lo que el espaniol nunca habia trabajado.

"Bien, te lo explixaré pero estoy aludiendo en ello a toda la confianza que puedo depositar en ti. Y sabes, no me gustan las traiciones por lo que si algo sale de tu boca me veré obligado a tomar medidas drásticas." Lo dije de forma sutil pues no era mi intención amenazar a aquel sujeto en su primer día a penas y cuando llegaba al cuartel.

"Resula que por diversos motivos tenemos a un par de vampiros a modo de refugiados en este lugar. El primero es Myuka, un crío que detesta ser lo que es y tras su evidente arrepentimiento se le fue otorgada la redención de Dios, por lo que está dispuesto a ayudarnos con nuestra investigación. Este chico esta a mi cargo aunque ahora mismo se encuentra castigado." Sonreí suavemente mientras me daba una pausa para beber mi café sin quitarle la mirada de encima al sacerdote. Quería ver cada una de sus reacciones. "El otro es un chico un poco mayor, Gautlier. Fue adoptado hace unos años por Moseñor de Noir, sin embargo hace un tiempo él falleció por lo que Gautlier quedó a la deriva rondando por el vaticano. Este chico está más familiarizado e incluso Noir le marcó por lo que creo que es un buen candidato para la investigación. Por supuesto ambos tienen la disponibilidad de ayudarnos." Aclaré pues no quería dar la impresión de que estaba hablando de ellos como simples conejillos de indias.

"No quiero involucrarlos con el frente de batalla, sería cruel hacerlos matar a los suyos, pero creo que esta es la forma en que pueden ayudarnos." Di otro sorbo largo a mi café antes de continuar. "Me gustaría que tu llevaras a cabo la investigación para el desarrollo de nuevo armamento efectivo contra los vampiros. Por supuesto, me gustaría que esto fuera entre tú y yo." Mi mirada fue fiera al decir esto último.

Dos vampiros, sonaba interesante, nunca habia tenido la oportunidad de convivir con alguno de ellos de manera que se le peude llamar, pacifica, pero siempre le habia interesado saber como seria ese momento. A juzgar por las descripciones, ambos parecian ser considerablemente sumisos, cosa que facilitaria en mucho su trabajo y el progreso de su investigacion, pero antes de comenzar, debia saber que era lo que el general queria en especifico, pues habia tantas cosas que le venian a la mente.

-"Claro que no dire nada, tiene mi palabra, senior, solo me gustaria hacerle una pregunta, especificamente que clase de investigacion desea que haga con ellos, o el, depende de quien este disponible por el momento ? "- Le sorprendio un poco su manera de hablar, era como su experimentar con esos seres tan similares en apariencia a los humanos le fuera indiferente, algo poco comun en el. Aunque no parecia ser extranio para el general, asi que no diria mas, era una oportunidad unica en su tipo que no iba a negar.

"Como tu prefieras, de todas formas tu eres el investigador" Hablé de modo altanero incitandolo a mostrar algo de lo que le provocaba aquella idea que al parecer no había sufrido un evidente rechazo en primera instancia. "De cualquier modo para cross-fire es útil desarrollar un armamento más efectivo. Saber con certeza qué les afecta, qué los daña, y qué los mata." Mi voz sonó tan fría como comenzaba a ponerse mi café por lo que me apresuré a terminar de beberlo y dejar la taza sobre la mesa para luego volver a mirar al sacerdote.

"Por supuesto prefiero que trabajes con sus células en el caso de la muerte, no queremos perder a chicos tan lindos y sumisos directamente." Me expliqué sonando un poco mas condescendiente para con ellos. "¿Qué otra cosa tendrías en mente para investigar con ellos?" consulté de manera sutil, por supuesto las posibilidades eran infinita. Si lo analizaba por mis intereses personales me encantaría saber qué tan diferente son de nosotros porque cada vez me parecian más suceptibles, en especial en relación a sus cuerpos.

Se quedo pensativo unos segundos mientras bebia algo de su cafe. Un sin fin de posibilidades, era la situacion perfecta para alguien en el campo de la investigacion de tales creaturas, pero mas que como matarlos lo que le intrigaba era su manera de regenerarse. Desarrollar armas seria de lo mas facil, pero preferia no acabar con sus no vidas de inmdiato, sino hayar una manera de paralizarlos para un estudio posterior, considerando que con los dos chicos tenia limitaciones, con un vampiro ajeno no importaria tanto.

-"En caso de tener que estudiar sus celulas sin duda se necesitara algo de equipo especial para tales tareas, mientras que la creacion de armas considero sera algo mas facil, me gustaria hacer uso de alguna tecnica para paralizar a algun inmortal completamente ajeno a Cross Fire para poder realizar experimentos un tanto mas...completos, porque sin duda no queremos hacerle gran danio a los chicos, es lo menos que se les peude ofrecer. Pero lo que verddaderamente me intriga es saber si existe una manera de agilizar la cicatrizacion de las heridas, tal como ellos lo hacen o al menos la mayoria, a como he escuchado. Usando eso a nuestro favor en caso de haber heridos en el campo de batalla. "- Dio otro sorbo a su bebida antes de continuar. -"Puede que todos loes estudios tomen algo de tiempo, pero le dare prioridad a lo que se necesite al momento y le aseguro que valdra la pena, senior"-

Sentia que habia dicho demasiado, pero era un tema en el cual no podia evitar, a veces, hablar de mas. Estaba ansioso por estudiar vampiros tan de cerca y no dudaria en empezar en ese momento de ser necesario, lo unico que se lo impediria, era el cansancio del viaje. Habia veces que le molestaba la necesidad de dormir, esa era una de ellas.

"Comprendo lo que dices, sin embargo creo que mientras cazamos vivos algunos sujetos experimentales puedes jugar con los muchachos. En caso de que no se comporten o se ganen un castigo tienes el permiso para excederte un poco. Después de todo tal y como dices ellos pueden regenerarse, no es algo tan terrible dañarlos un poco." Sonreí malicioso, dandole a entender que ni él ni yo parecíamos ser completamente benevolentes.

"Puedes estudiar todo lo que quieras, lo único que me importa es que me mantengas informado de ello. Respecto al material que vas a necesitar, quiero que me entregues una lista de lo que necesitas de aquí a dos días. Tenemos los recursos como para darte el instrumental apropiado." Le aseguré y sonreí ahora más tranquilo, poniendome de pie pues no solía quedarme sentado mucho tiempo.

"Por ahora creo que lo más prudente es llevarte a tu habitación, mañana terminaremos de afinar los detalles."

Primer dia y todo para una buena investigacion estaba listo, mas aun tenia el permiso de usar a los vampiros un poco mas de lo que habia pensado en primera instancia. Se aseguraria que todo fuera hecho. Ya habia comenzado a pensar en la lista requerida y tenia varias cosas, solo cuestion de escribirlo todo. Las cosas marcharian bien, siempre y cuando siguiera las ordenes del capitan general, cosa que no se molestaria en discutir.

-"Me encargare de mantener el orden con los chicos, ciertamente es necesario."- Se levanto de su lugar dejando la taza aun con un minima cantidad de cafe en ella sobre la mesa. -"Me gustaria, de ser posible, conocer a los sujetos de estudio"-

Le hubiera gustado indagar mas en como se habia hecho con ellos, pero ese no era el momento, ya luego podria preguntarle, sino a el, a los muchachos, por ahora solo queria planear todo lo que estaba por hacer.

Sonreí al ver su curiosidad inminente, mas no me moví de mi asiento a pesar de escuchar sus demandas.
"Estoy de acuerdo, deberías conocerlos pero me gustaría que descanzaras por hoy. Mañana seguiremos coordinando este asunto si te parece bien. No me gustaría abusar de ti sabiendo lo cansado que estás asi que por favor, tómalo con calma." Dije acompañando mis palabras con una sutil sonrisa y me puse de pie con una calma excepcional.

"Vamos, te llevaré a tu habitación." Le anuncié mientras buscaba en un mueble diseñado para guardar las llaves (el mismo contenía varias cerraduras y candados de los que solo yo tenía las llaves) las que pertenecían a su habitación.

"Procura llevar tus cosas." Fue lo que dije y salí al pasillo, esperandolo pacientemente.

Se levanto y tomo las pocas cosas que llevaba consigo, sabia que lo demas seria enviado de Barcelona en los dias posteriores. Muy probablemente los libros que usaria como referencia no tardarian en arrivar, pero que mejor fuente de informacion que la gran biblioteca del vaticano. Tras ver que el general salio del cuarto, dejo escapar un bostezo que habia estado conteniendo durante toda la charla. Se levanto y siguio a Giovanni fuera del lugar.

-"Es usted quien conoce el lugar, le sigo senior"- Dijo, sin poder ocultar el tono ligeramente alegre de sus palabras por como habia salido las cosas.

Le esperé y cerré la sala antes de ponernos en marcha por los pasillos. Ya era lo suficientemente tarde como para que solo aquellos que estaban de guardia se vieran por los pasillos.

Si era sincero debía admitir que incluso yo estaba cansado por lo que terminría con este mi último deber y me iría a descanzar, dentro de lo posible pues aún tenía que encargarme de mis pequeños ratoncillos.

Caminamos en silencio hasta llegar al sector del edificio donde se encontraban las habitaciones.

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