charla (Gautlier)

Llegaron a aquel sitio, una pradera amplia, enorme, cubierta tan solo por la oscuridad de la noche y el tenue resplandor de las estrellas. Si había un lugar indicado para admirarlas, era ese pues ni siquiera habían árboles que taparan la vista, solo grama humedecida por el rocío de la noche.

Soltó la mano del vampiro y avanzó hasta un lugar donde pudieran admirar aquello pero tampoco quedaran del todo expuestos a los lobos. Ahí se quitó su abrigo y lo tendió en el piso.

-Acérquese joven Gautlier, tome asiento y charlemos. Tenemos una hermosa vista y buena compañía esta noche.- le indicó que se sentara sobre el abrigo, asi evitarian la humedad del piso que, a pesar de no afectarles, podía ensuciar sus ropas.

Se quedo admirando un momento el paisaje nocturno, tan hermoso, tan tranquilo. Sonrio amplamente, qe mejor lugar para admirar las estrellas que ese, el pelirrojo ciertamente habia elegido la ubicacion perfecta. Se sento sobre el abrigo dejando espacio para que Lesther se acomodase.

-"E-es hermoso, monsieur Davant, merci, merci beacoup pour tout"- Se sentia obligado a agradecerle, la noche solo iba a mejorando cada vez mas. -"U-usted es verdaderamente amable, monsieur, se lo agradesco"- Sonrio sonrojandoce levemente, espero a que el otro se sentase tambien y le abrazo sin pensarlo, se sentia tan feliz.

-"Vous etes mon ami, oui?"-

Tranquilamente el vampiro se sento junto al otro para admirar el paisaje, al aprecer al chico le había agradado aquello por lo que sentía ese regocijo único por complacer a alguien. Le gustaba ser servicial a su manera, así, sorprendiendo a la gente, dandoles un momento grato.

-No tiene que agradecer, yo le he invitado, asi que no se preocupe...-se soprendió entonces ante el repentino abrazo del chico, aquello había sido muy espontáneo y sincero, tal y como el abrazo de un niño. Le acarició la cabeza suavemente y luego sonrió- Por supuesto que sí. De por sí yo ya le valoro mucho, espero poder conocerlo más joven señor. -le susurró suavemente sin apartarlo de su lado.

-Me contaría un poco más acerca de usted?-

Sintio la caricia y solo se sonrojo mas, levanto la mirada para ver al pelirrojo a los ojos aun con una dulce sonrisa dibujada en su rostro.

-"Oui, monsieur, os...os contare lo que guste, a-aunque no sea mucho, c-claro que tambien me gustaria saber de vous, monsieur Davant"- Se dio cuenta que aun no habia deshecho el abrazo y se aparto apenado, bajo la mirada un momento y luego sonrio timidamente.

Aquel pelirrojo le hacia sentirse apreciado, era increible como en tan poco tiempo podia llegar a sentir tal carinio a alguien, solo por el hecho de ser de la misma especia? No, definitivamente se trataba de algo mas, el chico lo sabia. Lesther era ahora su primer amigo, uno que sabia no le daria la espalda por ser vampiro, no habia de que preocuparse, podia confiar en el por completo.

-Por supuesto, cuenteme un poco de usted, de como llegó a ser lo que somos, de donde es y porque esta aquí y luego yo responderé lo que quiera saber de mi, joven señor.- le aseguro con una sonrisa, divertido por como el chico aquel se comportaba, realmente parecía un muchacho encantador y bastante inocente.

Se apartó un poco simplemente para sentarse algo más comodo, con las piernas levemente flectadas, apoyando sus brazos sobre sus rodillas como solía hacer cada vez que se sentaba a escuchar a su maestro hablar, era una vieja costumbre.

Eran muchas preguntas las cuales no sabia como explicar del todo, sus recuerdos eran algo confusos en lo referente a su pasado en Francia, pero lo que si habia quedado claramene plasmado en su memoria fue el dia en que fue atacado, del cual preferi no hablar con nadie, pues no habia sido la experiencia mas emocionante de su vida.

-"Yo....v-vivi en Paris cuando hace a-anios, hasta que u-un dia, soldados llegaron a n-nuestra casa...."- Se detuvo por un momento, no recordaba mucho de ese dia, todo habia sido tan confuso y aterrador. -"...mon pere m-me dijo que me fuera y asi l-lo hice.....l-lo demas fue m-muy confuso....p-pero luego Monsieur de Noir me trajo c-consigo, es por eso que e-estoy aqui, monsieur Davant"- Hizo una pausa de nuevo, sentia que habia hablado mucho,normalmente no le preguntaban cosas de si mismo o al menos no tan personales. -"E-en cuanto a la...la noche del accidente...fue culpa mia por ha-haber salido tan tarde....s-solo queria hacer lo que m-monsieur de Noir me ha-habia pedido, a-asi que pedi direcciones, pero no era un senior c-como habia i-imaginado...."- Callo de repente y recordo algunos de los murmullos de los sacerdotes que le habian hecho la marca en su espalda, decian que era inevitable, que de todas formas lo llevaba en los genes, eso era algo que nunca habia entendido, recordaba poco de su familia, pero dudaba enormemente descender de inmortales.
Vio al pelirrojo a los ojos, no queria seguir, dar mas detalles daria pie a mas interrogantes, las cuales no queria responder o preferia no hacerlo, sonrio levemente.

-"E-es todo, s-supongo, monsieur Davant. Me gustaria saber m-mas de usted, si me lo p-permite."-

Oh, ya veo -fue su comentario al escuchar la breve historia del muchacho. Bastaba escuchar el tono en que lo decía para darse cuenta de que no era correcto indagar demás, mas que nada por el animo y bien estar del castaño. Sin embargo un par de cosas rondaron su mente, en especial cuando el muchacho mencionó el nombre de... un sacerdote? Al menos eso parecía. Debía tener cuidado pues a él no le agradaba el asunto con el vaticano, no estaba inmerso en la guerra constante entre bandos, mas que nada el seguía aferrandose aún a su vida humana, después de todo no era un vampiro muy viejo y amaba estar entre la gente.

Veamos... que puedo decir de mí. -se quedó pensativo unos segundos- Sería mas facil si usted me preguntara algo pero, basicamente no tengo mucho que contar. Hace al rededor de 100 años era un crio común y corriente, bueno, mas o menos. Era huérfano. Mi maestro me adoptó y viví y crecí con él sin saber hasta años después de que el era un inmortal. Al final terminé insistiendole en que me volviera como él. Fue su regalo para mis 20 años pues ambos consideramos que ya había vivido las suficientes experiencias. No llevo nada muy trágico en mi historia... excepto que mi maestro desapareció hace unos años. Ahora simplemente estoy esperando noticias de él." Aclaró con una sutil sonrisa. No entraría en detalles tampoco.

Ninguno de los dos queria entrar en detalles, era comprensible. Pero aquella amena conversacion parecia haberse detenido por unos momentos mientras el frances encontraba que mas decir. Por un momento le parecio como si ambos fuesen lados opuestos de una moneda, casi el mismo origen, pero diferente descelnase de los hecho.

-"S-supongo, monsieur Davant, que....que todos esperamos algo y t-toda espera vale la pena"- Dijo con una dulce sonrisa.

El mismo esperaba algo, no estaba seguro de que se trataba, pero ciertamente, todos estaban a la espera en algun momento de sus vidas o no vidas. Era una de las cosas que encontraba iguales entre vampiros, humanos y otras razas, cosas tan simples como esas pero que podia llegar a unirlos en algun momento.

Aquellas condescendientes palabras del castaño le sacaron una sonrisa, es cierto, daba igual lo que le dijeran, valía la pena esperar a alguien como su maestro.

"Claro que sí joven Gautlier, no tengo dudas de ello." Le agradeció indirectamente y luego de un momento y un suave suspiro se dispuso a hacer una pregunta quizás más profunda, más compleja.

"Digame mi señor, usted hubiese preferido algo más que esta vida como vampiro? Hubiese preferido que no le hubiesen convertido?" Era una pregunta que siempre había querido hacerle a otro vampiro, en especial tratandose de alguien joven.

Se detuvo a pensar un momento, ese tipo de preguntas no era algo que escuchase en una charla comun, pero aquella no habia sido una noche comun. De no haber sido convertido, todo lo sucedido seria una simple fantasia, un mal suenio. Preferia no pensar en lo ue hubier sido y resignarse a su existencia inmortal, aunque habia muchas veces que deseaba que las cosas fuesen como antes, pero de todos modos, que era antes ? Su vida en Paris de la cual recordaba muy poco ? o la vida que le habia dado aquel difunto cardenal en la capital italiana ? Ninguna de las dos cosas volveria si el no hubiera sido convertido, no cambiaria mucho, a no ser el hecho de ser aceptado por el lugar en el que habia crecido. Queria decir que si, pues ser acogido de nuevo habia sido su deseo desde la muerte de Noir, en lugar de eso, nego con la cabeza a modo de respuesta. Bajo la mirada, queriendo recordar la explicacion a dicha negacion.

-"N-no cambia mucho....A-aunque seria bueno p-poder volver...."- Su mirada se quedo un momento perdida en el espacio, luego volteo a ver al pelirrojo. -"No ha-hace las cosas mas faciles, p-pero podemos hacer mas, m-monsieur.... S-si u-usted no fuera lo qu-que es, su m-maestro podria volver y n-no encontrarle...."- Por un momento su voz sono un tanto mas infantil y dulce de lo normal, cuando se dio cuenta de ello, bajo la mirada un poco apenado. -"M-me quedo con l-lo que tengo ahora, m-monsieur...."- Dijo para finalizar, esperaba que sus ideas hubieran sido lo suficientemente claras, pues un tema tal no era sencillo de explicar por mas inteligente que fuese el hablante.

Atento le escuchó hablar y poco a poco se fue formando una suave sonrisa sobre sus labios. Aquello no distaba mucho de su pensamiento. Es cierto que en alguna medida siempre habría nostalgia pero basicamente no existía ese arrepentimiento, esa frustración habitual en mucho de los suyos.

Lo sé joven señor, opino igual y es más, puedo decir que amo ser lo que soy. -comentó cerrando los ojos un momento, analizando las palabras y sí, creyendolas absolutamente- Gracias a mi maestro sigo aquí y puedo esperarle. -le devolvió la sonrisa y luego se levanto y estiró el cuerpo sin llegar a ser demasiado vulgar en ello.

Creo que debemos volver. El camino a la ciudad no es muy corto y prefiero que caminemos con tranquilidad a volver a correr como antes. Siempre podemos volver a encontrarnos de nuevo. A decir verdad, este ha sido un grato momento mi joven señor. -dijo mientras le ofrecía la mano para ponerlo de pie.

-"Oui"- Dijo sonriente. Luego tomo la mano del pelirrojo y se puso de pie. Sin duda esa habia sido una noche fantastica, a pesar de que todo lo que hicieron fue charlar, ahora tenia alguien a quien llamar amigo. -"S-seria un placer v-volver a verle, monsieur Davant"-

Las horas habian pasado mas rapido de lo que penso, era momento de regresar, tal como el otro habia dicho y el chico no podia estar mas de acuerdo. Antes que ambos se encaminasen de regreso, el ninio frances abrazo de nuevo a su amigo, con la misma espontaneidad e inocencia como la primera vez.
-"Merci beacoup, muchas gracias por tan encantadora noche, monsieur Davant"- Dijo sin soltarle, sus ojos estaba cerrados y no dejaba de sonreir.

El abraoz le tomó por sorpresa al pelirojo haciendolo perder levemente el equilibrió. Al menos alcanzó a reaccionar logrando evitar una caída directo al suelo junto al menor.

Oh vamos, no es necesario que agradezca tanto joven señor, estoy feliz por nuestra pequeña charla y siempre que quiera esta puede repetirse, de eso no tenga dudas. -le acarició suave la cabeza y le sonrió.

Sin ofenderle mi estimado señor, pero usted tiene el carisma de un niño pequeño, es realmente adorable. -Confesó con mucha sinceridad y alegría, era como tener a un pequeño hermano menor en los brazos. Si quiera el de niño había contado con tanta inocencia, asunto que le provocaba sentimientos encontrados. Posiblemente hubiese sido mejor que Gautlier no hubiese sido un vampiro. En parte era como manchar un angel con sangre, pero ya no había vuelta atrás, aquello se quedaría unicamente en sus pensamientos.

Avanzó con el chico bajo el brazo, el camino era largo y no tenía problemas con permitirle caminar abrazado a él.