Charla y Vino [Angelo]

Llegaron luego de andar por mas o menos 7 minutos, las tabernas eran el límite entre el barrio rojo y el resto de la ciudad. Doblaron una esquina y entraron a un sitio pequeño, no muy lleno. Tanto la barra como las mesas estaban iluminadas por velas. Y bien sabía que a ese lugar asistía uno que otro vampiro, pero jamás les daba importancia.

-Prefiero sentarnos en una mesa que en la barra - Comentó y sonrió, como si no diera opción de cambio al capricho que exponía, definitivamente una mesa apartada sería lo adecuado. Caminó hasta la esquina derecha de la barra y ahí, en un rincón se acomodó en una mesa para dos.

-Pida lo que desee, no importa el precio, esta noche yo invito. - Sonrió de nuevo pero con sensualidad, como si aquello fuera una conquista aunque basicamente, no se le pasaba por la cabeza tal idea.

Comenzó a jugar con sus dedos, con sus largas uñas pintadas de negro hasta que llegó a la mesa un sujeto que tomaría el pedido de ambos. Lesther guardó silencio esperando a que su invitado pidiese primero.

Le siguió sin replicar absolutamente nada, haciendo una propia memoria del lugar, del como llegar, del aroma y del ambiente, porque a pesar de todo, ese ambiente a velas y de poca frecuencia en personas, le pareció bastante agradable, digno de venir otra vez.

No mostró ningun tipo de mala cara ante la idea de la mesa apartada, de igual manera, asi nadie lo reconoceria en tal caso, se sentó dandole la espalda a las demas personas no sin antes quitarse su abrigo hasta quedar en una camisa blanca acompañada de una chaquetilla negra, sin quitarse el pañuelo del cuello.

Observó detenidamente la seleccion de vinos y en un momento pidió al chico un vino viejo pero no de un precio costoso, tampoco iba a aprovecharse de su nuevo acompañante, sonrió y le cedió el pedido a su interlocutor, hasta que el sujeto se fue con los pedidos.
-"Es muy atento de tu parte ofrecerte a pagar y estoy seguro que llevarte la contraria es una perdida de tiempo, despues de todo eres un caballero"- añadió con una sonrisa leve y expresion mas relajada que la de antes, manteniendo su mirada fija en los ojos rojos del otro. -"Y dime... ¿vives por aca o eres un extranjero?, se me hacen dudas por tu apariencia..."-

Su pedido solo fue "lo de siempre", no era más que un trago para acompañar al muchacho aquel que tenía en frente. Su cuerpo no toleraba otro líquido que no fuera sangre, pero el no pedir nada solo levantaría las sospechas. Como mago hacer parecer que realmente bebía y bajar el contenido del vaso iba a ser simplemente un truco para niños.

- No le invito por ser un caballero, sería mucho más conveniente invitar a una dama si mis intenciones fueran las que los caballeros tienen a estas horas. Tómelo meramente como un agradecimiento por decidir aceptar mi invitación. -le respondió el pelirojo mientras el también se acomodaba un poco más, dejando su sombrero de copa de lado y su abrigo colgado tras la silla. Vestía una camisa negra y un pañuelo burdeo que hacía resaltar sus ojos, nada demasiado llamativo.

- Creame que usted no es el primero ni el único a quién mi apariencia causa curiosidad. -Respondió de muy buena gana mientras entrelazaba los dedos de su mano izquierda con los de la derecha en un gesto que aumentaba un poco el aura de misterio.- Si debo ser sincero, diría que soy extranjero. Mi país natal es Francia, sin embargo puedo argumentar que he vivido mucho más tiempo en esta ciudad que en cualquiera de mi país. -miró la vela interesado en el calor leve que esta desprendía.

- Sin embargo mi apariencia poco tiene que ver con eso. Soy un mago y no hay mago que no sea un excéntrico. -acompañó sus palabras con una risilla sutil- No habría gracia si fuera solo un hombre más entre la multitud, verdad?