Llegando a la ciudad... Y a comer. (Libre)

Le habian mandado a aquel lugar a dejar un encargo, nada de otro mundo. Afortunadamente el sol se habia ocultado en su mayoria y el chico podia andar a sus anchas por la cuidad. Su llegada a aquel restaurante llamo la atencion de algunos, un olor a comida se sentia por todos lados, comidas que no podia volver a probar. Decidio concentrarse simplemente en hacer lo requerido y tras haber realizado su entrega se dispuso a retirarse, pero alguien llamo su atencion en una esquina. Distraccion que le causo chocar con alguien y caer al suelo, su torpeza natural no le ayudaba mucho, menos en lugar concurridos.

-"E-excuse moi....excuse moi..."- Se disculpo con quiens e que hubiera chocado mientras se levantaba del suelo aun algo aturdido.

Tras haberse levantado se sento en unas de las sillas aun disculpandoce mientras uno de los meseros recogia los pedazos de plato roto que aun estaban en el suelo. Normalmente seria el en lugar del mesero, pero solo por esta vez decidio hacerse a un lado para poder voltear a ver la esquina donde aquel extranio estaba sentado. Algo le decia que no era otro humano como los que rondaban el lugar, era diferente. Quizas el instinto que se supone tenia como vampiro era lo que le decia, le mandaba una senial de advertencia de la cual no entendia el motivo. El chico siempre habia pecado de inocente, pero le temia a los desconocidos, en especial si lucian intimidantes ante sus ojos. Cosa extrania que aquel hombre no lo parecia, eraocmo si en sus ojos dijese algo diferente.

-"B-busca algo?"- Pregunto para si, esperando no haber sido escuchado.

No queria acercarse por temor, pero ese sujeto de cabello azul le intrigaba de cierta manera. No se dio cuenta, pero todo ese tiempo no habia despegado su mirada del desconocido.

Primero vio como el otro movia sus labios y segundos despues escucho la respuesta a su pregunta, cosa que se supone aquel sujeto no debio haber escuchado. Se sintio nervioso al instante, aquel hombre no era otro de su misma raza, lo supo desde el principio, eso significaba que se trataba de un licantropo. Su primer encuentro con uno no habia resultado ser muy agradable, sino al contrario, pero en ese momento Drachen habia estado para auxiliarle, ahora se encontraba solo. Susus nervios aumentaron cuando el extranio bostezo y el chico logro ver a los lejos aquellos filosos colmillos comunes en bestias que deboran carne sin pensarlo dos veces. Un leve temblor recorrio su cuerpo, pero sin atreverse a bajar la mirada. No queria seguir con esa conversacion, temia que le ocasionase problemas, por otro lado, habia algo en la mirada de aquel hombre que le impedia salir corriendo. Decidio arriesgarse finalmente, cosa no hubiera hecho comunmente,se levanto de su asiento y camino hacia la esquina donde el otro se encontraba sentado. Mil y un escenarios cruzaron por su mente, lamentablemente era muy tarde para retractarse. Cuando se dio cuenta estaba a escasos centimetros de distancia de la mesa del desconocido.

-"B-bonne nuit...d-digo buenas noches, monsieur..."- Dijo e inmediatamente bajo la mirada. Ya estaba ahi, ahora se habia quedado sin habla, sin cosas que decirle al contrario. Se quedo parado alado de la mesa esperando que su prediccion hubiera sido correcta y no acabase como cena de aquel aparente licantropo, que sin duda encontraria su olor ocmo vampiro algo incomodo, o quizas no.

Cuando aquel sujeto se paro delante de el la diferencia en estatura se volvio mucho mas obvia, se sintio intimidado por un momento, hasta que el otro respondio de la misma manera a su saludo. Levanto poco a poco la mirada. Se quedo en silencio hasta escuchar aquel murmullo, el cual estaba seguro, solo ellos dos podian oir. Quizas aquel licantropo no era tan malo, ni rudo como el primero que se habia topado en el bosque, ademas, esta vez, no estaba invadiendo su territorio.

-"N-no, monsieur...."- Dijo en el mismo tono de voz que el desconocido habia usado. -"N-no lo soy..."- No queria que nadie mas escuchara, preferia pasar inadvertido, de ese modo nadie le senialariani le rechazaria friamente. Vio al otro a los ojos, algo en el otro le hizo sentir confianza suficiente para dibujar una timida e inocente sonrisa en su rostro. -"Usted tampoco lo es..."- Esta vez la oracion habia salido de sus labios sin tartamudeo alguno, cosa muy rara que hasta el mismo noto. En cierto modo, le agrado aquello, si tan solo pudiese hablar de esa manera mas seguido.

Escucho las palabras del otro y se dio cuenta que habia interrumpido la cena del contrario. Se sintio apenado y miro a todos lados buscando alguien que pudiese atenderlo, de otro modo siempre podia hacerlo el mismo. Era algo que el chico no podia evitar, habia sido criado servicial, siempre dispuesto a hacer lo que otros piden de el, pero muy poco acostumbrado a recibir.

-"E-excuse moi, monsieur, i-interrumpi su cena, l-lo lamento mucho..."- Se disculpo y hubiera seguido con lo mismo a no ser porque uno de los trabajadores del restaurante estaba pasando por ahi en ese momento, inmediatamente le jalo de la ropa para detenerlo, pero no acostumbrado en absoluto a dar ordenes o pedir algo, se quedo callado. Tampoco sabia que era lo que el desconocido queria comer, ni habia probado bocado alguno en anios, asi que guardo silencio y dirigio su mirada al de ojos azules.

Vio al mesero alejarse despues de que el otro aclaro que deseaba comer, no era raro considerando que se trataba de un licantropo. Su mirada no se despegaba de la del oji azul, le vio sonreir, habia algo curioso en aquella sonrisa que en cierto modo cautivo al chico e hizo devolverle el gesto con una dulce y encantadora sonrisa, inocente como la de un infante.

-"Oui, si, monsieur, s-seria un placer"- No comeria nada, solo le veria mientras hacia aquello que el frances nunca volveria a hacer. De cualquier modo, como negar una invitacion, a pesar de ser un extranio, habia tenido la atencion de tomarlo en cuenta. -"C'est un plaisir, votre invitation, monsieur"- Dijo eso ultimo completamente en frances, sin tartamudeo alguno, era agradable como al hablar en su idioma natal se sentia mucho mas seguro, pero sabiendo que muy pocos eran como Lesther, del mismo origen, decidio traducir la frase. -"U-un verdadero placer a-aceptar vuestra invitacion, m-monsieur"-

Escucho la pregunta y comenzo a buscar una manera de no decir la palabra que le describia mejor, pues habia gente cerca que podia oirles, ademas, el otro era un licantropo, seguro, le detestaria por ser vampiro. Era un hecho que ambas razas tenian una enemistad dificil de explicar, mas siempre presente. Se sento primero en el lugar frente al otro y bajo la mirada apenado.

-"N-no quiero que m-monsieur Orfeo me deteste s-si le digo...."- Le miro timidamente, con solo mencionar aquella palabra le seria sencillo al otro adivinar porque no habia pedido alimento alguno y porque, muy probablemente, su olor le era molesto. -"M-mi nombre es Gautlier, monsieur, yo....je suis un vampire, monsieur...."- Dijo en su idioma natal y con una voz suave a modo de no ser escuchado por los demas, esperando que le otro le entendiera y no reaccionase de mala manera.

Si sabia el camino al bosque, pero era tarde ya e ir en ese momento seria peligroso, mas tras su primer experiencia con otros lobos, puede que a Orfeo no le molestase su olor, pero el bosque no se trataba solo de el. Aun asi, no se atrevia a solo darle la direccion, le llevaria el mismo por mas que su sentido comun o instinto le adviertese que no.

-"Cla-claro, monsieur Orfeo, s-si gusta puedo llevarle al b-bosque yo mismo"- Comento antes de arrepentirse.
Vio como el mesero llegaba a la mesa y servia la comida tan deseada por el otro. Sonrio levemente, le alegraba haber podido ayudarle. -"T-tambien pienso que es b-bueno tener con quien charlas, m-monsieur Orfeo y..... me a-alegra mucho que usted sea...d-diferente..."- Aquel licantropo era amable con el chico frances, ademas se le hacia interesante mas que repugnante tenerle como acompaniante esa noche. Cualquier otro simplemente le haria a un lado o le intimidaria para que se alejase, mas que nada por la ya conocida rivalidad entre ambas razas, pero al parecer ninguno de los dos sentados a la mesa habia crecido de esa manera, cosa que calmo considerablemente al ninio. Solo quedaba un problema, era cierto que le habian invitado a cenar y el habia aceptado, pero el solo ver comer a su nuevo amigo le recordo que ese era su segundo dia sin trago alguno de sangre. Empezo a sentirse incomodo, notando aun mas la esencia de aquel liquido rojo que corria por las venas de todos los presentes en ese lugar y mas por quien tenia enfrente.

Le vio comer el platillo recien servido con tal gusto, hacer aquello que el no volveria a hacer. Pero de inmediato el olor de la sangre de todos los presentes en aquel lugar comenzo a llamar mas su atencion, a pesar de estar acostumbrado a estar entre humanos, claro el que mas le atraia era el de aquel sentado enfrente suyo. Jamas habia probado la sangre de un licantropo y el hecho de no haber tomado nada en dos dias hacia peor aquel sentimiento.

-"A-algo, monsieur"- Admitio con algo de verguenza. Bajo la mirada, a decir verdad, el hambre del chico aumentaba conforme los minutos pasaban, por mas control qe tuviera sobre si mismo, podria llegar a causar un accidente si no hacia algo esa noche. -"P-pero....no quiero lastimar a nadie..."-

Se puso de pie dispuesto a seguir a su companiero, si quizas encontraria a alguien, pero a decir verdad el nunca habia buscado por si solo su alimento, si es que asi podia llamarsele. Toda su vida habia estado tras la seguridad de los muros del vaticano y siempre alguien era quien le brindaba sangre ajena. Lo que mas le preocupaba era no poder controlarse y acabar mordiendo al otro, jamas habia provado sangre de alguien que no fuese humano, por eso le llamaba tanto la atencion. Se concentro cuanto pudo para borrar eso pensamientos de su mente y poder mostrarle el camino al bosque a su nuevo amigo.

-"O-oui...a nadie, monsieur, p-puedo esperar a qu-que monsieur Giovanni considere a-adecuado"- La verdad era todo lo contrario. -"D-deberiamos encaminarnos a-al bosque, monsieur Orfeo"- Salio de su lugar y se paro alado de la mesa, esperando al otro. Fue entonces cuando sucedio, es escucho el sonido de vidrio caer al suelo y romperse, uno de los que atendian en aquel lugar o quizas un cliente habia dejado caer una copa y ahora intentaba recoger los pedazos. Lo mas seguro era que el licantropo no lo notase del todo, pero mientras aquella persona intentaba recolectar todas ls piezas de vidrio se habia hecho una herida, no muy grande ni mucho menos peligrosa, pero de cualquier herida usualmente suele brotar sangre. Cosa que solamente alerto mas los sentidos del chico frances, no pudo evitarlo, sus ojos cambiaron de su usual tono gris a uno casi blanco. Nada de eso le habia pasado, aun estando en el hospital, pero esta vez era diferente, esta vez el chico tenia hambre.

-"V-vamonos..."- Le rogo al otro. Sabia que si se quedaban ahi un momento mas no podria soportarlo, como habia dicho antes, no queria hacerle danio a nadie, sintio como su cuerpo temblaba levemente por la ansiedad de estar tan cerca de aquello que significaba su alimento. Podia sentir como algunas personas volteaban a verle, pues su comportamiento no era nada habitual. Tomo a Orfeo del brazo, ignorando cuan fuerte habia sido su agarre, normalmente hubiera sido como aquel de un humano, sin mucha evidencia de la supuesta fuerza sobrehumana que debia poseer, pero esta vez fue todo lo contrario. Volteo a ver hacia la puerta y salio del lugar esforzandoce por no perder el control de si mismo y atacar a su acompaniante o a cualquiera que estuviera cerca. Dirigio luego su mirada al lobo a quien no habia soltado aun, sus ojos reflejaban suplicantes el deseo por beber sangre ajena y, al mismo tiempo, aclaraba que no dudaria en alimentarse de el.

No despegaba su mirada de aquellos ojos azul claro, se acerco a el poco a poco, temblando levemente. Le importaba poco si habia alguien cerca que pudiera verlos, era de noche las probabilidades eran mucho menos que cuando el Sol apenas se ocultaba. Esta vez le tomo de los brazos quedando a pocos centimetros de separacion de su acompaniante, tuvo que estirarse un poco por la diferencia obvia en estatura, pero apoyandoce en los hombros de Orfeo para mantener estabilidad, acerco su rostro al cuello del otro.
-"E-excuse moi...."- murmuro en un tono casi inaudible antes de clavar sus afilados colmillos, caracteristicos de alguien de su raza, perforando la piel del otro. Poco a poco fue bebiendo la sangre del lobo, tenia un sabor muy diferente a lo que habia probado antes, algo raro y poco comun. Disfruto de cada gota y con la poca conciencia que le quedaba despues de su reaccion, trato de no beber mas de lo necesario. Momentos despues, se detuvo y dejo de morder el cuello del otro, sin soltarlo aun, quedando en una especie de abrazo.