Paseo por el cementerio [Libre]

Llegue a esta ciudad poblada de misteriosa gente, donde me he percatado que como humanos y vampiros están conviviendo juntos, "que desagradable" un lugar lleno de mentiras, y muchos misterios que no comprenderé por completo, o al menos eso pensé.

No conozco de todo las extremidades de este lugar, solo camine sin rumbo por lugares donde no había tanta gente, inesperadamente llegue a un lugar lleno de bruma y un ambiente de tristeza. Me adentre y me topo con tumbas, la mayoría iguales, algunas diferente de otras, con cruces, con un "santo" y algunas que otras con flores. Si efectivamente estaba donde los seres "queridos" han partido ya a otro lugar mejor, o algo por el estilo dicen estos seres. - Que estupido - Susurro para el mismo, solo esa persona se marcho, ese era "el destino" que cada uno de ellos se enfrentara. El temor de estos seres tan inferiores a nosotros era muy absurdo. Pase a lado de cada tumba que me topaba, pues el desinteres era muy obvio; y claro el lugar estaba vacio, y llegue a una tumba mas grande que las demas, pues tenia una cruz grande y el nombre de un sacerdote escrito, - Alguien que dio mucho por la vida de aquellos "necesitados" - pronuncie con nostalgia. Me incline ante esa tumba para burlarme de su gran esfuerzo. - Descanze en paz - Tome de inmediato algo de tierra y lo puse encima de su tumba; me levante y escuche pisadas dirigirse hacia aquí.

Dándole espaldas al que venia aun, mire de reojo aquel misterioso, no quería dar sospechas a nadie y menos empezar una muy mala presentación. Suspire, y seguí ante aquella tumba como si nada, mirando la cruz, para ver si realmente venia a mi o solo era un simple humano a visitar a su ser "querido".

El cementerio era uno de los pocos lugares a los que podía acercarme sin ser acechado o mirado con desprecio "dentro" de la ciudad sin que la noche bañara el lugar, pese a que en realidad estaba a las afueras de esta. Solia pasear con cuidado, después de todo de vez en cuando los humanos llegaban al lugar para enterrar y llorar a sus seres queridos. Ritual que no entendía del todo bien...ya que solo se trataba de un cuerpo inerte y sin vida, que fácilmente podría servirles de alimento en momento de crisis.

Divisé una figura quizás humana por lo que me acerque con bastante cuidado hasta el lugar. Para mi sorpresa no olía como uno, sino tenía aquel aroma familiar a tierra y uno que otro olor distintivo, que sentía cuando me encontraba frente a un licano como yo. Le hablaba a una tumba, más en su rostro no existía tristeza alguna.

-No es bueno molestar a los muertos- Dije, como solían decir los humanos, cuando alguien perturbaba una tumba.

"¿Ya fui descubierto?" pensé dibujando una sonrisa burlona, moviendo de lado mi cabeza como si no me importara mucho. -Es verdad, "lo siento" no era esa mi intención - conteste con tranquilidad, puse mi mano sobre mi cadera, - pero, no cree que al menos los muertos necesitan ser visitados alguna vez ¿no? - Quería sonar tan "humano" para no ser tan indiferente ante ellos. Me di la vuelta para mirar aquel hombre, y le sonreí con sarcasmo, claro tampoco tan exagerada, sino para verse más como una "sonrisa" humana.

- Creo que tuve una mala presentación, ¡Buenas tardes!- Me percate de un aroma en aquel joven, un aroma combinado, vampiro, humano o lobo. "¿Qué eres?" no me extrañaba viviendo con todos ellos en solo una zona, el aroma es única. - ¿Lo he molestado?- Volví a dirigirme ha él.

Le miré con un toque de indiferencia. Su sarcásmo podía notarse a kilometros de distancia, y aquello era algo de lo que no era muy amigo.-No debes disculparte conmigo. No es como si yo creyera en aquellos ritos jesuitas de los humanos.-Respondí de una vez, dando a entender enseguida que no me trataba de un mortal común y corriente como lo eran los pobladores de la ciudad.- Jamás entenderé porque lloran un monton de huesos y piel podrida. -dije acercándome unos pasos, manteniendo la cabeza en alto y la postura recta, un tanto amenazante. Cuando a estuve a cortos pasos de distancia me detuve, para divisarlo de mejor manera. La oscuridad no era real obstaculo para que divisaramos las cosas, por lo que deduje que también sería capaz de verme.

-No son mis dominios como para que tu presencia llegue a molestarme-incluí, después de todo solo visitaba estos lugares para salir de la rutina del bosque. Me gustaba la arquitectura y esculturas que podía apreciar en el lúgubre lugar, lo más cercano que estaría de una contrucción humana.

Su respuesta fue tan notario que era un vampiro o un lobo, "¿Que raza es realmente" me dije a mi mismo, pero no tenía por que estar pensando eso, despues de todo solo es de "grano". -Tal vez tengas razón joven, solo es algo que no tiene vida, ¿No lo hace más interesante? - me hinque no completamente, con mis brazos recargados sobre sus rodillas, y sin quitarle la mirada y una sonrisa satisfactoria, - Los humanos son interesantes - dije estoy jugando, no era más que solo un juego nuestra conversación.

Lo vi completamente, su presencia llego hacer más interesante, pero no quería que se notara, - ¡oh! - exclame sin mucha importancia, parpadee rápidamente, - ¿Te perdiste de tu camino? - Agregue en seguida.