Preparación [Gautlier]

Eran pasada las 10 cuando al fin terminé mis quehaceres. Había enviado la tropa correspondiente a patruyar la ciudad hace dos horas atrás y había reorganizado varios papeles. Me intrigaba el asunto aquel de nuestro lobo infiltrado por lo que también me encontraba ansioso por recibir el reporte de Gabriel, sin embargo, aún más que eso, estaba ansioso por el encuentro que se llevaría a cabo esta noche.

Abrí la puerta de mi habitación con la llave que poseía y entré en silencio pero con rapidez, teníamos a penas una hora y media y algo más para estar listos, no sabía si Gautlier aún dormía o ya estaba en pie, aún asi al entrar comencé a hablar con mi voz autoritaria.

"Gautlier, quiero que te alistes para una hora más. Conocerás a un sacerdote que trabajará con nosotros en investigación. Quiero que tomes un baño y estés presentable. ¿Tienes sed?" Le pregunté derechamente, no quería escenas o que saliera con ello a última hora. Prefería simplemente preparar todo para que fuera una velada tranquila.

"Apúrate."

Ya se habia levantado para cuando el general entro a la habitacion, acababa de acomodar las sabanas de nuevo y limpiar un poco el cuarto, le gustaba mantener las cosas en orden como habia sido enseniado. Se detuvo a escuchar lo que su superior le pedia. Habia mencionado algo de un sacerdote, le resultaba agradable poder conocer a alguien nuevo, despues de todo, muchos de los que se encontraban en el edificio lo conocian de vista y el a ellos, pero no se habia efectuado presentacion alguna.

-"O-oui, uh.... le p-prepare una taza de cafe, monsieur, a-aun esta caliente"- Comento senialando la mesa donde se encontraba dicha bebida, acomodada sobre una charola de plata entre en tarrito de crema y el recipiente donde estaba la azucar. Una de las pocas cosas que recordaba de su infancia era la manera tan elegante como solian servirle a sus padres el tte, cafe o vino despues de la comida, era una memoria borrosa, pero util.

Tomo ropa limpia del espacio en la comoda que habia sido designado como suyo dispuesto a hacer como el italiano le habia pedido. Claro que estaria listo y presentable antes del tiempo senialado. Antes de disponerse a tomar una ducha, volteo a ver de nuevo a Giovanni, sabiendo que podia decirle abiertamente en caso de tener hambre, despues de todo, seria poco inteligente de su parte ir a tal encuentro con sed.
-"Uh...y monsieur, si...si tengo sed"- Confeso finalmente bajando la mirada.

Miré la habitación un poco sorprendido, gratamente sorprendido. Al menos el chico no era un inutil y había procurado dejar mi habitación perfecta para mi descanzo. Sonreí mas no hice comentario alguno.

"No gracias, tomaremos café allá." Le respondí ante su oferta y me quité la sotana con la que andaba, importandom poco que Gautlier aún estuviera ahí, luego de arreglarme la camisa busqué mi gabardina, aquella con la que salía a la ciudad o a las otras dependencias del vaticano. Era más guesa y apropiada para la noche.

No dudaba de la honestidad de este muchacho por lo que cuando admitió su sed simplemente asentí, casi a gusto. "Iré entonces por un par de copas para ti, mientras tanto procura estar listo." Me acomodé la gorra que marcaba nuestra división y tras un suspiro me dispuse a salir. No podía negar que estaba un poco cansado, despues de todo estaba en pie desde el amanecer y un poco antes.

Volví al rededor de 10 minutos después...

Para cuando su superior hubo regresado el chico ya estaba casi listo, habia tomado un banio y estaba abotonandoce la camisa. Sus vestiduras eran modestas, un pantalon de pana negro y aquella camisa gris que le quedaba un poco larga de las mangas, cubriendo ligeramente sus manos.

-"E-estoy listo, monsieur Giovanni"- Dijo tras ver entrar al italiano a la habitacion. Lucia imponente, elegante, con aquel uniforme militar que no habia observado tan detenidamente antes.

-"Qui-quien es el sacerdote que m-menciono antes, monsieur ?"- Quiso saber el frances, le picaba la curiosidad a pesar que el encuentro seria en breve. Ademas queria saber de que manera seria capaz de ayudar en el area de la que dicho sacerdote se encargaba, la investigacion.

Regresé y me sentí satisfecho al ver al chico ya casi listo. No eran las mejores ropas, pero no había necesidad de que fuera mucho más, después de todo a Gautlier ya lo conocía la gran mayoría y él no tenía ningún cargo como para necesitar ir más formal al palacio apostólico.

Escuché su pregunta mientras le servía una copa de sangre que aún estaba caliente. No dejaba de ser un tanto macabro, pero comprendía lo necesario que era esta para el muchacho.

"El padre Gabriel Navarro. Ha estado organizando el asunto de la investigación conmigo. Y tu nos ayudarás con tu cuerpo, es por eso que debes conocerlo." Respondí estoicamente y le ofrecí la copa con una sonrisa en los labios.

"Adelante, bebe con tranquilidad, aún tenemos algo de tiempo." Por supuesto teníamos aún un poco más de media hora, pero llegar al palacio apostólico desde nuestro edificio significaba caminar gran parte del recinto del vaticano.

Mientras Gautlier bebía me senté en la silla frente a mi escritorio y comencé a buscar algunos papeles que estaba interesado en llevar, básicamente para la sala que estabamos implementando como "Laboratorio de investigaciones."

Prefirio no tomar asiento y apenas termino de abotonarse la camisa tomo con ambas manos una de las copas. El liquido aun estaba tibio, a pesar de resultarle un poco extranio el hecho de beber en una copa como si se tratase de una bebida cualquiera, le gustaba la elegancia que esta le brindaba. Antes de comenzar a beber, fijo su mirada en el italiano frente a el.

-"Merci beacoup, monsieur Giovanni"- Educado como era agradecio primero por el alimento que el otro le habia traido y lugo procedio a beber, disfrutando cada gota de aquel liquido rojo.

Penso en el nombre que acaba de darle, no lo habia escuchado antes, seguramente era nuevo en las filas de Cross Fire. Despues de todo, segun sabia, el llamado departamento de investigacion tambien era reciente, pues habia escuchado hablar de preparativos al general durante esos dias.
Despues de escuchar que seria con su cuerpo con lo que ayudaria, le fue facil asumir que seria sujeto de pruebas y mucho mas, quizas un proceso doloroso, pero saber que le seria de ayuda al general y a otros de esa manera le consolaba en cierto modo.
Termino de beber el contenido de su copa y la dejo en la mesa, para limpiarse con una de las servilletas que habia llevado en caso de que el general desease el cafe ofrecido anteriormente.
-"M-muchas gracias..."- Dijo de nuevo agregando una pequenia reverencia.

Aun no había terminado de buscar todos los papeles, pero no pude evitar fijar mi mirada en Gautlier, siempre me llamaba la atención ver a estas criaturas bebiendo sangre. Sus mejillas coloreándose poco a poco, haciendo que sus cuerpos se vieran realmente vivos, siendo muy poca la diferencia entre ellos y un humano cualquiera, por supuesto, para alguien que no sabe demasiado del tema.

Luego de darme por satisfecho con la vista continué con el papeleo, ordenandolos y preparando todo para llevarlo hacia el lugar de nuestro encuentro.

“Hemos fijado un par de limites con el asunto de la investigación, tu vida no correrá peligro, eso te lo puedo asegurar, e intentaremos que los procedimientos sean lo menos invasivos posibles. De cualquier forma, se que eres un buen chico y no te quejarás.” No dejé posibilidad a que el asunto fuera de otro modo.

“No agradezcas, prometí ocuparme de tu alimento, asi que está bien.” Me puse de pie y volví a alistar todo. “Entonces, estas listo para ir?” Si no lo estaba era una pena porque rápidamente me encontré dejando la habitación, cerrando con llave para dirigirnos al palacio apostólico.


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