La esperada llegada.

Vestido con su tunica negra de sacerdote, un libro en sus manos caminaba sobre las alfombras del lugar con la cara en alto, una sonrisa confiada en su rostro y su mirada atenta, brillante de aventuras.
Como primer encuentro debia verse presentable, el cabello bien peinado y su cara impecable, sin embargo no vio a nadie cerca en aquel momento pero no importaba, la paciencia era eterna para ese momento asi que simplemente buscó un sillon comodo en el cual se sento tranquilamente, pasando una pierna sobre otra y abrir su libro, una simple novela de misterio que habia traido desde su gran casa.

-"Vamos, los estoy esperando colegas."- dijo en un tono espectativo, alternando su mirada entre el salon y su propio libro.